viernes, 18 de junio de 2010

TEMAS DE LA COMUNICACIÓN

OIR, ESCUCHAR, PERCEPCION Y MEMORIA

El oído es el primero de nuestros sentidos en desarrollarse completamente y tiene un papel primordial de estimulación sensorial en la ontogénesis del cerebro y del sistema nervioso durante la etapa prenatal. El escuchar es vital durante todas las etapas del desarrollo- la infancia, los años escolares, la vida adulta y la tercera edad. Precisamente porque el escuchar es tan básico, una distorsión puede afectar a tantas áreas de importancia en la vida humana. Afortunadamente a través de la Terapia Auditiva es posible mejorar la escucha, lo que permite al individuo realizar más ampliamente su potencial humano.

Escuchar implica muchas funciones. En la escucha participa todo el cuerpo: la postura de escucha involucra gran parte de los músculos del cuerpo y la voz se modifica enriqueciéndose y haciéndose más nutridora para sí mismo y para quienes lo escuchan. Otra función importante del oído es: ser un dinamo de carga para la corteza cerebral. El oído es proveedor de la energía vital para todas nuestras actividades e incluso para aumentar nuestro estado de conciencia.
Denominamos percepción a la captación del sonido como fenómeno físico a través de los sentidos. Este, que sería el papel del receptor, resulta fundamental dentro del proceso comunicativo ya que el sonido no existe si no hay alguien que lo reciba. Por lo tanto, no existen sonidos si no hay alguien que los perciba.

La percepción sonora se realiza cuando el oído capta auditivamente la onda sonora y transmite este estímulo al cerebro. El cerebro es el órgano encargado de transformar esa información en lo que entendemos por sonido. Percibir sonidos es lo que habitualmente denominamos oír. Los sonidos que capta el oído son las vibraciones que provoca en el aire circundante cualquier cuerpo físico puesto en vibración. Los sonidos que capta el oído son las vibraciones que se propagan por el aire (o cualquier otro medio físico) hasta que golpean el tímpano.

Hay diferentes maneras de percibir un mismo fenómeno sonoro: depende del sujeto, de su interés, expectativas, conocimientos previos y de la situación o contexto en que tengo lugar este acto perceptivo. Por todo ello, la educación debe introducir su acción deliberara y metódica en el ámbito de la percepción.

La percepción sonora suele ser auditiva, pero no exclusivamente. Existe un tipo de audición de las vibraciones sonoras que se realiza a través del tacto para personas con trastornos en la audición. Este tipo de percepción vibratoria puede hacerse a través de los huesos (percepción ósea) o a través de la piel (táctil).
Memoria

La música es un lenguaje temporal: tiene un punto de partida y un punto de llegada. La música es activa, fluyente y sin marchar atrás posible. Nuestro sistema nervioso es capaz de retener un registro físico-dinámico que ha sido escuchado anteriormente. La memoria musical tiene la capacidad de seguir el recorrido de una secuencia de sonidos y retener este tipo de experiencias perceptivas, cognoscitivas y emocionales.

La codificación en la memoria es un proceso que se divide en dos fases:

1. Tras el estímulo aparece una imagen sensorial (ecoica) que dura sólo unos milisegundos más que el propio estímulo. Este fase se produce tanto si se está prestando atención al estímulo como si no, y se desvanece muy rápidamente.

2. La señal es codificada de forma más duradera en la memoria a corto plazo o memoria primaria. También se desvanece a no ser que vuelva a ser escuchada. Con la memoria a porto plazo damos sentido a la música al tiempo que se escucha, del mismo modo que somos capaces de mantener una conversación.


3. La memoria a largo plazo o secundaria almacena por una parte nuestro repertorio de música conocida y por otra, nuestra comprensión de la “gramática musical” (reglas de sintaxis musical) que dirigen nuestras expectativas al oír música por primera vez. Crea unos automáticamente unos modelos de lo escuchado.

Gracias a la memoria somos capaces de recordar ritmos, melodías, secuencias de acordes, timbres de instrumentos, etc. Es como un archivo en el que almacenamos las audiciones anteriores como referencia obligada cada vez que nos planteemos abordar audiciones de nuevos fragmentos.

Denotación y connotación

• Denotación: La denotación es básicamente la relación entre una palabra y aquello a lo que se refiere.

• Connotación: La connotación está en función de determinadas experiencias y valores asociados al significado.

De este modo, mientras que "perro" y "chucho" denotan el mismo significado, sus connotaciones son muy diferentes. La connotación varía según a quien se le sugiera. De tal manera, la palabra "pacifista" tiene distintas connotaciones en la jerga militar y en un grupo de "hippies".

Cabe mencionar que los sinónimos no existen, dado que se pierde la ley de la lengua, "la que dice que una lengua busca la eficiencia, el menor esfuerzo que hay en una lengua".
Así mismo los semas constituyen una parte fundamental en cuanto a los constituyentes del significado, siendo en este contexto la unidad básica funcional.

La comunicación no verbal

La comunicación no verbal puede estudiarse subdividiéndola en canales, destacando la naturaleza de la comunicación como interrelación entre los participantes. Los canales relevantes son:

1. Para el emisor
• Cara: ceño, sonrisa, mueca.
• Ojos: dirección mirada, alteraciones pupila.
• Cuerpo: postura, posición brazos y piernas, distanciamiento.
• Voz: tono, ritmo.

2. Para el Receptor
• Vista: Percibimos la forma, color, tamaño de las cosas.
• Oído: Captamos los sonidos y distinguimos si son fuertes, débiles, agudos o graves.
• Olor: Apreciamos los aromas y los distinguimos unos de otros.
• Tacto: Notamos el frío, calor, suavidad o aspereza de las cosas.

Los esquemas de clasificación que se utilizan para el estudio de esta comunicación se refieren a características estructurales, a la descripción física del comportamiento. Uno de estos es el que estudia un solo canal, Técnica de Puntuación de Emoción Facial (TPEF), que está siendo sustituido por un sistema más complejo y completo denominado Sistema de Codificación de Acción Facial (SCAF), que estudia cualquier movimiento facial que pueda ser identificado visualmente. El nuevo sistema facilitará el estudio del movimiento facial en investigaciones no relacionadas con la[emoción. Otros sistemas se refieren a la función. Una clasificación funcional hace presunciones acerca del significado de diversos comportamientos, generalmente desde el punto de vista del observador. Paul Eckman y Friesan desarrollan un esquema de cinco categorías:

a) Emblemas: movimientos sustitutorios de las palabra]]s. Pueden ser asignados o no a una lengua.

b) Ilustrativos: movimientos que acompañan un discurso y que lo subrayan, modifican o puntúan. Se trata de ejemplificar o ilustrar con el gesto aquello que se está transmitiendo verbalmente, es decir, han de acompañan a las palabras que decimos al hablar. Hay diversas categorías:
• Ideográficos: acompañan a la expresión de ideas discursivas o también de ideas abstractas (números…). Suelen ilustrar conceptos o relaciones lógicas.
• Pictográficos: ayudan a describir el aspecto formal del contenido verbal (tamaño, forma…).
• Deícticos: indican o señalan la situación espacial o la identificación de primera persona o cosa a la que se refiere el mensaje verbal.
• Kinetográficos: se utilizan para acompañar a los verbos y a las oraciones que describen movimiento.
• Espaciales: describen un espacio nombrado verbalmente. Pueden ser estáticos o dinámicos.

c) Reguladores: movimientos que mantienen o señalan un cambio en los roles de habla y escucha. Ayudan, tanto al que habla como al que escucha a mantener y ordenar el flujo del mensaje oral.

d) Adaptativos: movimientos ligados a la necesidad individual o al estado emocional.

e) Exhibidores de afecto: las expresiones faciales vinculadas a la emoción.

f) Batutas: acompañan y regulan el ritmo del discurso oral. Estos gestos son hábitos semiconscientes, pero aprendidos. Su empleo responde a características personales, pero siempre tienen un contenido cultural fuerte. Aportan espontaneidad al discurso. Pueden ser unilaterales (se mueve un solo brazo), paralelos (se mueven los dos brazos a la vez) o alternantes (se mueven los dos brazos alternativamente). Las batutas también pueden ir acompañadas de la mirada.
La mayor parte del comportamiento no verbal está codificado de forma distinta del lenguaje escrito o verbal. Por lo tanto, utilizar un sistema orientado al lenguaje para comprender toda la comunicación equivale a distorsionar los elementos cruciales de naturaleza no lingüística. No cabe duda de la importancia de lo no verbal en la totalidad del proceso de comunicación.

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